27 de noviembre de 2008

Un descansito en Malpaís

Fue tal el machaque físico y mental que tuvimos que cambiar planes y dormir dos aquí. Un acierto para descansar; revisar, limpiar y engrasar las motos; llevar a la 'lavandería' equipos y ropas, que no os digo a qué olían, y ¡qué ostias! disfrutar un poco de este polo de encuentro de encantadores surferos ‘locos’ (cada vez entiendo más la conexión entre ir en moto y hacer surf).

Buscamos rápidamente alojamiento. Esta vez, no escatimamos. Al hotel Casa Azul, de a 90 dólares habitación doble con ducha y agua caliente, playita, piscina, césped, de auténtico lujo. Me enteré que es de un tal Richard, un gringo que se pasa aquí tres meses al año (¡de mayor quiero ser como tu Ricardo!). Aquí www.hotelcasaazul.com

Esa primera noche cenamos en el Umi Sushi Playa del Carmen, un japonés lleno de israelíes, turistas, y una camarera alemana guapa y hermosa. Fue algo caro pero mereció la pena. Cenamos ligeros; yo una sopita de algas pues tenía la garganta tocada. Pobre Irlanda, las noches que la regalé de sinfonía de toses y ronquidos…

Al día siguiente, ‘relax’. Lo primero, limpiar, engrasar y revisar motos. Lo hicimos en la gasolinera que hay a la salida hacia Cóbano. Muy buen servicio. Se nota que hay mucho quad y afición a la moto por acá. La gente flipó con las BMW’s. David, el que se encargó del engrase, muy buen profesional. Fue tal paliza la que dimos a las motos el día anterior que se tragaron cada una su medio litrito de aceite rico rico, ante el asombro de Irlanda ;-)

Luego a almorzar. Frente al hotel, un lugar de ‘ticos’ regentado por un panameño. Muy barato y rico rico: jugos naturales, tortillas, arroz pinto, … vamos, lo de siempre. Acá conocimos a tres españoles que se estaban recorriendo Costa Rica de punta a rabo: Guía y Ainoa, de Quintanar de la Sierra, Burgos, y Manolo, un ‘crack’ de Carabanchel que regenta el Refugio de Neila (www.refugiodeneila.com), en la Sierra de la Demanda. Muy buen rollo con ellos contándonos nuestras aventuras. Nos veremos en España, fijo…

El resto del día, suavecito. Playita, relax, escribir, leer, cervecitas con nuestros amigos españoles, fotitos al atardecer, surfistas flipando con las olas, un salvadoreño haciendo malabares en la playa con fuego… Y cenita en un argentino donde quedaron flipados con nosostros. ¡Joder qué día más bueno!

Y prontito, a las 23:00 PM a dormir. Mañana tocaba diana a las 6:00 AM pues había que agarrar el Ferry a las 7:30 horas en Paquera hacia Puntarenas para atravesar el Golfo de Nicoya. Otra aventura, sobre todo la salida de Malpaís, que ya os contaré…

¡Pura vida amigos!

26 de noviembre de 2008

Canutas en Malpaís (II)

Partimos de Sámara y pasamos por Playa Carrillo, otro paraíso, hasta Estrada. Allí el ímpetu mañanero se nos bajó en el momento en que vimos cómo un tractor sacaba del río Ora a un camión. “Ni de coña pasar por hay con las motos”. Nada, a preguntar y seguir recto hasta Santa Marta por un puerto de montaña de excelente asfalto, el sueño de todo motero (perdón, motociclista, ya sabéis que acá motero es fumeta).

En Santa Marta tomamos hacia Punta Islita y de allí a Bejuco. Comienza la pista, la aventura y las sonrisas. En mi mente sigue grabada la cara de felicidad de Irlanda al manillar de su moto; lo mismo que la mía reflejada en el espejo retrovisor. También comienzan las preocupaciones por las sorpresas del camino. Los carteles indicativos son surrealistas, casi lo mismo que las explicaciones de los ‘ticos’, algunos alucinados ante nuestra presencia. Nada, a preguntar lo que haga falta…

Conseguimos llegar a Bejuco a las 8:16 horas tras 45 km de trayecto. Almorzamos en el restaurante Amarula y repostamos, botella de Coca Cola a modo de embudo, en un tallercito. Aquí no hay gasolineras. Tomamos hacia Puerto Coyote (bonito nombre) y creo que fue a la altura del hotel Casa Caletas donde volvimos a perdernos pues llegamos a un río, el Bongoo, que no había manera de cruzar. Media vuelta y a preguntar. El cansancio ya hacía mella y desistimos de buscar el paso por la playa para llegar a Manzanillo (camino corto pero seguro que muy jodido).

Llega la primera ‘alegría’. Me quedo literalmente encallado en un inmenso charco (la foto de la entrada anterior). Buscamos ayuda y unos cristaleros tiran de mi montura con un camioncillo. Primera prueba superada; a partir de aquí, ¡ja!, empieza el ‘sufrimiento’. Subimos por una pista con zonas de barro y un niño le dice a Irlanda que no sigamos que no podemos ir por allí. Ahora me arrepiento de no hacerle caso y me acuerdo de los adultos que nos decían lo contrario…

Llegamos a una hacienda y saludamos a un vaquero que se descojona de nosotros, sobre todo cuando le digo que le cambio a pelo moto por caballo. Él, sabiamente, declina la invitación pues “no sabe manejar motos”. Seguimos y de pronto ¡zas! mi moto acaba irremediablemente encallada en el barro. No hay manera de moverla, ni para delante ni para detrás. Estoy muy cansado. Irlanda me anima a seguir pero no puedo. ¿Qúe cojones hago en medio de esta selva, perdido y con unas motos de 200 kilos cada una? Quiero llorar e irme a casa. Intento no perder la calma y acuerdo con Irlanda ir a buscar auxilio. Llega mi compañera de aventuras con un tico grandote en una moto de 225 cm3. Se llama José Ángel (de la guarda por lo que viene a continuación). Me dice que sigamos, que el suelo firme está 100 metros más arriba.Le hago caso, empujamos las motos. Agarro la mía y luego la de Irlanda. José Ángel, hasta arriba de barro, me empuja con sus manos. Me caigo varias veces, estoy mareado. Pero José Ángel e Irlanda me empujan a seguir. Cien metros más allá sigue el sufrimiento… hasta por lo menos tres kilómetros más. Luego entenderé que el bueno de José Ángel estaba haciendo todo lo posible porque siguieramos pues la vuelta podría suponer romper los planes de todo el viaje.

Más ostias, sin agua y con todo tipod e insectos a nuestro alrededor. En una me asusto pues de milagro no me caigo por una zanja, me hago un poco de daño en un costado. Seguimos los tres como podemos. Tres horas así, con un calor de justicia, una humedad brutal y ríos y más ríos. Por fin llegamos a una zona que nos indica Cóbano. Nos despedimos de José Ángel, un gran tío pues no nos pide nada a cambio y, por si fuera poco, sube al monte a ayudar a una gente con una escavadora. Joder, siempre me acordaré de él y de que se nos olvidó regalarle una botellita de tequila…

Llegamos a Cóbanos con la idea de limpiar y engrasar las motos cuanto antes. Paramos a descansar y me bebo, de un tirón, unos cuatro litros de refrescos, agua y café. Mi cuerpo está al límite. Seguimos por pista y por fin alcanzamos Malpaís a las 16:50 horas, nuestro destino después de salir de Sámara a las 6:00 h tras ¡100 kilòmetros!

Encontramos un maravilloso hotel en plena playa (Casa Azul) y decidimos descansar dos días; nuestros cuerpos y las motos necesitan descanso y reparación, y nuestra ropa huele a muerto. Ala, a buscar una lavandería cuanto antes, un sitio donde cenar, un momento para darte un baño en la playa…

19 de noviembre de 2008

Canutas en Malpaís

Acceder a las playas de Malpaís, e incluso salir de ellas, nos costó algo de sangre, sudor a carretillas y alguna lagrimilla. Los 100 kilómetros que recorrimos desde Sámara hasta este paraíso del surf, nos llevó la friolera de ¡nueve horas! por terrenos de tierra y barro donde las sorpresas venían en forma de ríos, arroyos e interminables cuestas.

Salimos encantados de la vida a las 6 AM con la intención de llegar a destino sobre las 12 PM. Era importante madrugar pues ya nos habían avisado de las dificultades de atravesar los temibles –sobre todo en épocas de lluvias– ríos Ora y Bongoo. Debíamos hacerlo por sus desembocaduras pues a partir de las 9 el ascenso de la marea impediría la gesta.

(continuará, tengo que ir al masajista ;-)

13 de noviembre de 2008

¡Ese Pacífico de moda!



Querido Oceano:

¡Por fin te he echado el guante! Tenía tantas ganas de olerte, de nadarte, que todavía me pellizco... Y Aquí estoy, es real, con una magnífica BMW F 650 Dakar que va de cine, una sonrisa perennne y una fuerza física y mental envidiables. ¿Qué más puedo pedir?

Pero alcanzarte no ha sido fácil. He volado de Madrid a México y luego a San José de Costa Rica, donde Marco Antonio y Jorge, de BMW Motorrad de Costa Rica, nos alquilaron dos F 650, mi Dakar y una GS rebajada en altura para Irlanda, mi 'compi' de aventura, que cada día me sorprende más por su habilidad, fortaleza y arrojo al manillar. ¡Viva el sexo 'débil! Y viva también la ayuda prestada por Miguel Díaz Caño (tenemos que vernos...).

Te decía, Pacífico mío, que agarramos -no 'cogimos ;-)- las monturas y tras dormir en San José, en el Cariari Bed & Breakfast de Laurin, 'gringa' madura con imán, fuimos hasta el volcán Arenal, majestuoso y todavía activo. Allí durmimos en el hotel Roca Negra, recomendado por Tatiana y Daniel (gracias, por todo, por la cena y por el 'GPS' de papel ;-). Antes de irnos a la 'piltra' relajamos músculos y tensión en las aguas termales Baldí, algo turístico pero muy terapéutico por su líquido 'volcánico'.

Al día siguiente, del tirón, a Playa Negra (en Tamarindo), al sur del Golfo de Papagayo, donde nos metimos una buena paliza y llegamos exhaustos, sobre todo por el calor y la humedad. Antes hubo de todo, aunque el único 'incidente' fue la multa de radar que 'cascaron' a Irlanda por ir a 88 km/h en vez de a 80. Se 'solucionó' sobornando al policía, lamentable pero cierto...

Te contaba, mar de mis sueños, que llegamos a Playa Negra, otro idílico lugar donde fuimos a buscar el Aloha Amigos, recomendado por una pareja de madrileños que conocimos de refilón en el Roca Negra y que venían de Nicaragua (lástima no haber charlado más...). El Aloha Amigos lo regenta Jerry, un hawainao cercano a los 70, toda una leyenda viva del surf, puro músculo y rictus de felicidad (cada vez comprendo mejor la 'locura' de los que buscan olas...). Nos alojamos en una modesta pero 'sincera' 'cabina' (cabaña), rodeado de todo tipo de animales, iguanas, mapaches e insectos varios (eso fue lo que vimos...). Esa noche cenamos en un bar llamado Mapache, de Keren e Isaac, unos israelíes que vinierón acá hace dos años. Comimos falafel y shawarma, deliciosos, cervezas y unos roncitops. Y nos reimos con una 'panda' de 'ticos' (costarricenses) muy majetes, entre ellos Rodolfo, todo un personaje, viajado, que se quedó prendado de Irlanda.

Y seguimos camino, siempre levantándome al alba a la captura de buenas fotos (¡cómo va la Lumix LX3!). Llegamos, por fin, exhaustos de calor pero felices por manejar por pistas y badear algún río pequeño, a Sámara, desde donde escribo este 'rollo', sentado frente a tí, pedazo de Pacífico, este día de merecido descanso. Estamos en el recomendable hotel Casa del Mar, Carolina y Mateo se están portando de manera excelente (¡gracias!).

La ruta, en general, está siendo intensa por la tensión del propio trayecto pero conducimos alertas y con amplios niveles de seguridad. Mi fiel amuleto marroquí viaja conmigo...
Somos felices. Llevamos 600 kilómetros en tres días y 'todavía' nos quedan cuatro jornadas que prometen. La idea es salir mañana jueves al alba (ahora son las 18:52 hora local) bordeando la costa, por pistas mayoritariamante, dirección sur, hasta Cabo Blanco, para dormir en otro paraíso: Manzanillo, donde al día siguiente, viernes, cruzaremos en ferry por Payera el Golfo de Nicoya.

Bueno Pacífico mío, seguiré un rato disfrutándote, no te bucearé, de momento, pero si seguirás unos días cerca de mí. Permíteme que me despida de quien me lea y quiera compartir todo esto.
Las fotos, a su debido tiempo pues esto no es el 'primer mundo' ;-)

¡Viva Costa Rica! ¡Pura Vida!
(me encanta el 'pura vida', equivale a nuestro 'de puta madre')

7 de noviembre de 2008

Próximo destino, Costa Rica



Bueno compadres, un sueño de hace años está a punto de cumplirse. En unas horas volamos a San José de Costa Rica con elpropósito de recorrer el país de los ticos (costarricenses) en moto :-)

La idea ses alquilar dos motos de trail pequeñas o una mediana para los dos. Otra opción es un TT pequeño tipo Suzi Samurai. Dientes largos aquí www.wild-rider.com

Los equipos de moto están preparados y las mochilas con nuestro enseres también. Mi cuerpo está bien afinado gracias a las manos de la excelente masajista Alejandra Sánchez, de Glitter (Avenida México). También llevamos buenas dosis de prudencia, buen humor y mano izquierda. Sólo falta que nos deseéis suerte.

¡Salud compadres! ¡Viva México y Costa Rica!

5 de noviembre de 2008

Un regalito para seguidores y 'comentaristas'

Esta primera 'afoto' os la dedico a todos pero principalmente a los que habéis hecho el esfuerzo de fijaros en este modesto blog. A los que os habéis registrado como sufridos seguidores (Angélica; Estefanía, de El Laberinto Americano; Irlanda; R/T, de The Motor Think Tank Co; Álex, Babycroft; Carlos, de Erg Adventure; y a Santi).

Y a los primeros 'comentaristas': Angélica; Bio; Willy; Estefi; 'el Negro'; 'la Carlanca'; Estefanía, de El Laberinto Americano; 'el Corcu'; Luisen; Pablo; Antonio Ruiz de Morales, de Civilis; Sara; Damien; Maty; a Luces y Sombras; y a Angélica...

Deciros que si no os contesto personalmente es porque, de momento, manejo el blog a medio gas ;-)

Por cierto que la imagen está robada a un marchoso mariachi (aparte del grupo musical tradicional de México, puede significar incapaz, poco diestro), que animaba la Noche de los Fieles Difuntos, en el embarcadero de Pátzcuaro dirección a Isla Janitzio. La cámara utilizada es una magnífica Panasonic Lumix LX3 que cada día me sorprende más.

¡Salud compadres! ¡Viva México!